" ¡¡ POR QUE NO TE CALLAS"!!!!!!

Escrito por Centa Reck

Fue la frase contundente, expresada por el Rey Juan Carlos en defensa del presidente español que era apabullado por Hugo Chávez en una de sus acostumbradas arremetidas y que marcó la Cumbre Iberoamericana realizada en Chile y presidida por una apabullada y por momentos tensionada Bachelet.El Rey Juan Carlos, le dio un puntapié a la verborrea con la que el presidente venezolano acostumbra enfrentar a propios y extraños, con esa muestra de descortesía, prepotencia y el mando que se otorga a sí mismo, que lo lleva a creer que el puede imponer sus recetas y mandatos en todos lados, incluso en las "cumbres", en las que está pretendiendo hacer prevalecer sus planes y manipulaciones.Lástima que en Bolivia no tengamos un Juan Carlos que mande callar a Chávez, quien sigue anunciando que "tronarán fusiles y ametralladoras" en nuestro país como si fuera el dueño y soberano. Evo Morales, corea las arengas de su mentor por lo que hizo desde Chile encendidas declaraciones en las que habló de un levantamiento armado en Bolivia "en defensa de los cambios" que está implementando su gobierno.Da lástima ver al presidente Morales convertido en un pastorcito al lado del lobo feroz que lo tiene totalmente controlado, maniatado, convertido en el número 10 de los partidos de fútbol que se encarga de organizar en cada cumbre, tal como lo hacía cuando era Secretario de Deporte del Sindicato Cocalero. ¿Será que no se da cuenta que en las Cumbres un presidente tiene muchas más cosas que hacer que jugar un partidito de fútbol para caer simpático al popurrí?Lo cierto es que está última Cumbre, dejó en claro que hay tres "ecos": A saber Evo Morales que va quedando como un alumno repetidor, sin voz ni decisiones propias, Correa que actúa como un apostador decidido a tomar el Ecuador como su boleto de lotería, y Ortega, que es un hombre gastado, un viejo fusible, acusado incluso de abuso sexual por su propia hijastra.La cumbre, los volvió a juntar y mostrar en cuerpo entero, mostraron sus planes que son eminentemente guerreros y enemigos de conservar la democracia, aunque como buenos lobos también no descuidaron sus disfraces de ovejas para acercarse, controlar y no asustar al rebaño.La verdad de la verdad, es que no existen excusas para querer aprovecharse de haber llegado al poder por vía democrática y pretender darle un golpe de estado a la democracia desde el mismísimo sillón presidencial. Esa es la infausta y mefistofélica receta que nos quieren hacer tomar por democrática Chávez y Evo Morales.Otra de las alusiones del Teniente Coronel Hugo Chávez, fue dejar en claro "que no se equivoquen las oligarquías, que somos soldados". El militar mostró así su plan, haciéndolo de manera abierta para jugar a que toda acción militar sería una respuesta a la supuesta sedición, por lo que volvió a insinuar que "Morales está hoy en el ojo del huracán y la oposición está conspirando contra Evo y contra Bolivia", con lo que trataría de justificar la posible intervención militar que viene intentando hacer en Bolivia.También Chávez, aprovechó la cumbre, para dejar por sentado la categoría que tiene cada uno de los "aliados", aprovechando que el prefecto Rubén Costas lo llamara en Viru Viru "macaco mayor", Chávez se encargó de dar un mensaje entre risas: "A Evo le llama la oligarquía el macaco menor, a mí macaco mayor, por lo que Fidel (Castro) sería el macacón" o "el gran macaco". "Aunque Fidel tiene más estampa y nosotros somos más indios". Él mismo, categorizó a cada quien de esa manera, con lo que podemos comprobar que dijo todo, no se guardó ni una sola de sus intenciones, y con razón el Rey Juan Carlos, lo mandó callar, pues hasta por su propio beneficio el caribeño debería mantener la boca cerrada. De todas maneras Chávez delató su fatídica manera de concebir la política sudamericana y especialmente la venezolana y boliviana a las que plantea como inseparables siamesas, y si los de la "Cumbre" y "nosotros" no vemos lo evidente, no será porque ellos han sido cautelosos para esconder su juego, será simple y llanamente a causa de nuestra propia ceguera y tontería.